La educación del siglo XXI persigue
el desarrollo de principios y valores éticos de normas de convivencia
social, elementos básicos para asegurar la viabilidad social y política de
la nueva economía y de la globalización. El deterioro de los valores, la
crisis ética y moral y de la cultura cívica, que se
considerancomosecuelas de la globalización contemporánea, no pueden obviarse en la
construcción de la nueva educación. Por lo que la promoción y el fortalecimiento
de los valores éticos, que deben estar implícitos en la conducta humana y
exigen del reconocimiento de la igualdad y del respeto entre los seres humanos,
debe ser objetivo básico del nuevo proceso y modelo educativo para la
sociedad global del conocimiento. Este cambio es necesario para formar el ser
humanointegralque debe ser un ciudadano con visión global y capaz de impulsar lastransformaciones
requeridas para darle sentido humano a la globalización.
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